Llegamos al paraíso!

[Marzo 2014]

Hace unas semanas atrás, cuando pasamos por Sinaloa, nuestros amigos Pao y Gibrán nos recomendaron visitar La Huasteca de San Luis Potosí. “Qué es eso? Nunca lo habíamos escuchado…” Hasta que lo googleamos y lo agregamos rápidamente en nuestra lista de lugares por visitar (y así también es como se alarga y alarga este viaje).

A pesar de que sólo estuvimos las últimas 3 semanas en medio de las ciudades de Guadalajara, Guanajuato y San Miguel de Allende, nuestros cuerpos ya nos estaban pidiendo naturaleza, agua, verde, pesca y hamaca nuevamente!

Y así fue que partimos rumbo al norte, al estado de San Luis Potosí y en vez de llevarnos una grata sorpresa, vivimos nuestro primer «asalto amigable» de México que tanto nos habían advertido… nos paró la policía! Sabiendo que no habíamos cometido ninguna falta, nos detuvimos y esperamos sentados en la camioneta a ver qué cosa nos iban a inventar.

Nos pide la licencia, le pide a Vic que le tire el tufo porque vio que traíamos un vaso adelante, pero era aceite quemado, no cerveza para la mala suerte del paco! Finalmente nos pide los documentos de importación de la camioneta y ve que la Piscola está a mi nombre y Vic estaba manejando y nos inventa descaradamente una falta: «El vehículo está a su nombre así que usted debiera estar manejando. Nos vamos a llevar la camioneta y usted va a tener que pagar MX$3.500 (CLP$175.000) para retirarlo». Por más que le dijéramos que él no estaba en lo correcto, que llamáramos a Aduana, etc., no había caso. Hasta que le preguntamos «Cómo podemos resolver esto?» y él nos dice nos puede ayudar y que podemos darle una colaboración, es decir, nos estaba pidiendo plata.

El primer día que entramos a México nos recibió un chico de couchsurfing que nos dijo que esto nos iba a pasar más de una vez y que debíamos ser respetuosos con la policía e incluso tratarlos como «oficiales», que lamentablemente son todos corruptos y que si no le sigues la corriente, hasta podrían llegar a meterte droga al auto para ponerte en problemas por no darles la razón.

Teniendo esa información en mente le dijimos al policía que no traíamos mucho y le pasamos MX$200 (CLP$10.000). Él, con una sonrisa en la cara, nos da la mano deseándonos un feliz viaje y nos da un «código» por si nos paraban de nuevo, el que nos libraba de otro «asalto» por ese día…

Por un momento nos llegó a dar hasta risa el descaro de lo que había ocurrido y por otro lado una rabia gigantesca el hecho de tener que pasarles plata para que te dejen tranquilo, sabiendo que no hiciste nada mal!!!

Dejamos al paco atrás y seguimos manejando hacia la casa de otros CouchSurfers, Manuel y su esposa Mayela, quienes llevaban una semana de recién casados y así y todo nos recibieron en su casa por un fin de semana.

Con Manuel y Mayela, los recién casados!

Con Manuel y Mayela, los recién casados!

A penas llegamos nos invitaron a ver un partido de fútbol local y al parecer les trajimos buena suerte!!! San Luis Potosí ganó 3-1 como nunca! En ese minuto Manuel abrazaba a Vic y le decía que ya no podíamos irnos nunca más de ahí…

slp_futbol

Los días siguientes nos llevaron a comer gorditas  que es una masa de maíz frita y rellena con carne de chancho picada y vegetales; nos acompañaron a buscar aceite quemado donde nuevamente recibimos aceite en bolsa, en un vaso, en medio vaso y en contenedores de 20 litros; tomamos un desayuno típico acompañado de un “café de olla” (lo preparan en una olla de greda y le echan azúcar y canela); nos ayudaron a armar la sombra para la camper y también conocimos a su cariñosa familia donde probamos la delicia del mole, entre otras cosas.

Manuel es carpintero y nos hizo la barra para nuestra sombra :)

Manuel es carpintero y nos hizo la barra para nuestra sombra 🙂

Ya ansiosos por conocer la Huasteca, dejamos la ciudad de San Luis y nos dirigimos hacia la Laguna de la Media Luna, en Ríoverde. Llegamos un poco tarde y no quisimos pagar la entrada por poco rato y para no poder siquiera bañarnos en la laguna, así que decidimos acampar en el estacionamiento y entrar al día siguiente.

(izq) Este es un brazo de agua que sale de la Laguna de la Media Luna. (der) un pato punk nos fue a pedir comida

(izq) Este es un brazo de agua que sale de la Laguna de la Media Luna. (der) un pato punk nos fue a pedir comida

Resultó ser que esta Laguna es de aguas volcánicas, por lo tanto es tibia (no caliente) y super transparente. Buscamos un buen lugar, instalamos la tan añorada hamaca y disfrutamos del día en este hermoso lugar, aunque se puso un poco helado en la tarde, pero nos abrigamos, hicimos un té y listo!

Instaladísimos!

Instaladísimos!

Disfrutando un tecito caliente y un buen libro

Disfrutando un tecito caliente y un buen libro

Al día siguiente partimos hacia el pueblo de Tamasopo, nuestra primera parada en la famosa Huasteca. Pasamos por la Cascada Tamasopo que estaba bonita, pero no nos impresionó tanto y luego buscamos el Puente de Dios, del que tanto nos habían hablado. Hasta que llegamos! Y sí que valía la pena… Fue como llegar al paraíso.

Llegamos al Puente de Dios

Llegamos al Puente de Dios

Habían algunas personas, pero no podemos ponernos tan exquisitos y pedir el lugar sólo para nosotros. Nos bañamos en el refrescante pozón que tenía bastante corriente, pero había unas cuerdas atravesándolo de lado a lado para poder moverse de manera segura. Nos metimos a una pequeña cueva, por donde también pasa una cuerda, que te lleva al otro lado de las rocas y se logra ver otra cascada. Simplemente hermoso!

 

puente_dios_cascada

Continuamos nuestro recorrido hacia Las Cascaditas, un lugar al que ya le habíamos echado el ojo antes de ir al Puente de Dios, para pasar la noche. Ésta fue la primera vez que pagábamos camping en los casi 2 meses que llevábamos en México, pero además de que era barato (CLP$2.500 la noche), valía la pena quedarse ahí.

Nuestro lugar de camping

Nuestro lugar de camping

Las Cascaditas

Las Cascaditas

Teníamos Las Cascaditas solo para nosotros! Instalamos nuevamente nuestra hamaca, nos tomamos unas chelitas y nos dimos un buen chapuzón!

cascaditas_caro

Al día siguiente nos dimos cuenta de que no nos queríamos ir, y al día subsiguiente tampoco! Así fue que pasamos 4 días en este maravilloso lugar, pescando (o intentando pescar), leyendo, bañándonos y simplemente disfrutando la naturaleza y el silencio que tanto extrañábamos.

(der) Nuestro comedor (izq) Sí, el libro está muy bueno!

(der) Nuestro comedor (izq) Sí, el libro está muy bueno!

Seguimos hacia nuestra siguiente parada: la Cascada de Micos. Este lugar de entrada ya no nos gustó tanto, porque había que dejar el auto en un estacionamiento y entrar caminando a ver las cascadas (sí, nos estamos poniendo muy exigentes!). Nosotros esperábamos nuevamente poder acampar al lado del agua, con el sonido del río y debajo de los árboles. Lamentablemente, acá no se podía, pero de todas formas entramos para visitarla.

micos

Aún era temprano y teníamos tiempo para manejar un poco más y buscar un nuevo lugar para acampar. Pasamos a comprar algunas provisiones a Ciudad Valles y luego partimos en búsqueda de la Cascada de Tamul. No hay mucha señalética y si la hay no es muy buena y nuestro GPS en México anda medio mareado y desactualizado, por lo que recurrimos a la antigua y mejor forma de buscar información: preguntándole al señor de la esquina. Eso sí, acá en México hay que preguntarle a varios señores en varias esquinas, porque en algunos casos les da vergüenza decir “no sé” y te mandan a cualquier lado, sólo para no quedar mal. Pero como ya aprendimos la lección, nos averiguamos bien cuál era la ruta y partimos!

Después de varias curvas, sube cerro, baja cerro, toma el camino de tierra y después dobla a la izquierda, logramos llegar a Tanchachín, el pueblo más cercano a la Cascada de Tamul, donde preguntando por un lugar seguro y gratis para acampar, llegamos hasta el río Tampaón, otro lugar perfecto para nosotros.

Tanchachín, Río Tampaón

Tanchachín, Río Tampaón

Acá decidimos quedarnos 3 días y aplicamos nuestro esquema de rigor: instalar la hamaca, darse un chapuzón en el río, tomarse una refrescante chela y salir a pescar. Qué más podemos pedir?

En este río Vic tuvo más suerte y después de largas horas buscando distintos puntos de pesca, pudimos disfrutar de un pescado frito que estaba delicioso!!

tanchachin_pesca

Pescado, al fin!!

Una noche, mientras comíamos adentro de la camper, sentimos un ruido en la puerta de la camioneta y además nos movimos un poco. “Cresta! Quién andará ahí?” Nos dio susto porque estábamos en un lugar desolado y si gritábamos o hacíamos sonar la alarma, nadie nos iba a escuchar. Vic se armó de valor, tomó una linterna y el spray para osos que andamos trayendo desde Canadá y salió a ver qué estaba pasando. Para nuestra grata sorpresa, era un caballo que se estaba rascando el poto con la Piscola! Pueden creerlo? Eso era todo! Ufff… nos cagamos de la risa, nos relajamos y seguimos cenando en paz.

A la mañana siguiente nos despertamos con otros ruidos. Esta vez eran vacas y cabras! Varias, muchas! Todas pastando alrededor de nosotros. Qué rico despertar así y no con bocinas! Que viva el campo!!!

tanchachin_vacas

Al tercer día, “desarmamos campamento” (bajamos el techo de la camper) y partimos hacia la esperada Cascada de Tamul. Pero como no quisimos gastar MX$200 ($8.500 pesos chilenos) en un tour que lleva a 15 o 20 personas en una lancha a ver la cascada a 300 metros de distancia, preferimos manejar cerro arriba por unos caminos no muy buenos, pagamos MX$20 ($850 pesos chilenos) para pasar por un portón, luego otros MX$20 para el segundo portón y caminar un poco para ver la cascada más de cerca. Y nuevamente… valió la pena!!!

Caminamos hacia las cascadas bordeando este río

Caminamos hacia las cascadas bordeando este río

Dejamos a la Piscola estacionada y caminamos 15 minutos a un costado de un río turquesa hasta que llegamos a un pozón de aguas transparentes y desde ahí caía la cascada 105 metros hasta encontrarse con el río. Y lo mejor de todo: no había nadie!! Más tarde nos comentaron que en Semana Santa se llenaba de gente y que habíamos “elegido” una buena fecha para visitar. Digo elegido entre comillas, porque la verdad de las cosas es que para nosotros fue suerte no más, no habíamos planificado para nada las fechas.

Cascada de Tamul

Cascada de Tamul desde arriba

(izq) Cascada de Tamul desde abajo. (der) Nos aventuramos a bajar estas escaleras de palo para ver la cascada desde abajo!

(izq) Cascada de Tamul desde abajo. (der) Nos aventuramos a bajar estas escaleras de palo para ver la cascada desde abajo!

Volvimos a nuestra camioneta muy felices con esta parada y seguimos rumbo a Aquismón para visitar “El Sótano de las Golondrinas”. Preguntando en las esquinas direcciones para llegar y para calcular cuándo cambiar de aceite a diésel, un señor nos dice que estamos a 5 kilómetros. “Bueno, es hora de cambiar entonces!”. Finalmente esos 5 kilómetros se convirtieron en 25 y con una subida bien parada y varias curvas. Eso nos pasa por preguntar sólo a un señor si sabemos que hay que preguntar al menos a 3!

Llegamos al atardecer, cuando ya se estaba escondiendo el sol y nos dicen que es un muy buen momento porque las aves están volviendo al “sótano”. Pero nosotros preferimos ver el amanecer al día siguiente y acampamos afuera de la casa de un señor que nos ofreció amablemente su estacionamiento.

6:00 am suena la alarma, todavía estaba oscuro. Preparamos un café y partimos a ver el espectáculo. Cuando llegamos había ya un grupo de gente esperando y un guía que nos explica que las aves comienzan a salir alrededor de las 7:30 – 8:00 am cuando le llega el sol a este abismo natural.

De madrugada bajando al  Sótano de las Golondrinas

De madrugada bajando al Sótano de las Golondrinas

El guía me ofreció encordarme para mirar más de cerca y así lo hice. Por mucho que me asomara, no lograba ver el fondo. Es una cueva de 376 metros de profundidad que alberga a unos cuantos loros (localmente llamados cotorras de cueva) y miles de vencejos, a los que se les confunde con golondrinas ya que tienen una forma similar, pero pertenecen a distintas especies.

La cueva

La cueva

Llegó la hora y empezó el show. Cientos de aves salen volando en forma de espiral ascendente, generando un sonido bien especial y dirigiéndose hacia el sol. Es algo realmente espectacular, una experiencia que llega a emocionar y se te ponen los pelos de punta. Y esta maravilla dura un buen rato! Puedes ver un video acá >>

Cientos de vencejos volando hacia el sol

Cientos de vencejos volando hacia el sol

Nos fuimos más que contentos con esta nueva experiencia de vida, que así como las Auroras Boreales que vimos en Canadá, son momentos que nos marcarán para siempre.

Siguiente destino y final: El castillo surrealista de Edward James en Xilitla. Son unas estructuras loquísimas construidas en medio de la naturaleza, a partir de 1962, por este millonario escultor y poeta escocés, con ayuda de albañiles huastecos. Es un terreno de 40 hectáreas (16 construidas) por donde pasa el río Santa María y cuenta con cascadas y pozas donde nos bañamos un buen rato.

"Las Pozas" de Edward James

«Las Pozas» de Edward James

Caminamos por estas construcciones por un par de horas y uno trata de imaginarse, “qué habrá estado pensando este señor?” Luego de leer un poco al respecto, él quiso plasmar “el jardín del Edén” usando formas de la naturaleza con un estilo surrealista. Bien, bien loco, pero armónico y bonito, para mi gusto.

xilitla2

xilitla3

Estuvimos en total 10 días en la Huasteca Potosina y muy agradecidos de que nos hayan dado este “dato”. Así da gusto alargar este viaje, con nuevos destinos, sorpresas y maravillas de la naturaleza que uno no esperaba encontrarse en el camino. Lugares como éste nos reafirma que amamos los lugares tranquilos, menos visitados, la soledad… Será que nos estamos volviendo un poco ermitaños?

Hasta ahora, la Huasteca Potosina pasa a ser el lugar natural de México más lindo que hemos visitado, LEJOS! Y va dejando la vara alta para lo que viene… veamos querido México, qué más tienes para sorprendernos?

>> Ver más fotos de la Huasteca Potosina

12 Respuestas a “Llegamos al paraíso!

  1. Wow Chicxs! Que belleza! La huasteca potosina es un pendiente en nuestro mapa y esperamos cumplirlo pronto!!! Mmm creo que el viaje nos relaja tanto que también nos vamos poniendo más ermitañxs jajajaja. Preferimos lugares con poca gente, nos da fiaca andar de noche… no sé que será!
    Saludos!
    Nos vemos mañana 🙂
    Gaby y Camilo

    • Hola! Sí la huasteca fue lo máximo y en la época precisa! Los chicos de la Kombi Rutera fueron poco tiempo después que nosotros, para semana santa y casi murieron del calor y de las masas de gente en cada cascada! Bueno, nos veremos esta tarde! Abrazos!

  2. Pingback: Se nos apunó la Piscola! | upa chalupa·

  3. Hola, que cosas mi amigo y yo los conocimos en su paso por punta de mita, nayarit justo cuando subimos juntos a la lancha para el alistamiento de ballenas y después ir a las islas maristas, un gran saludo y me encanta que tengan un blogspot en donde presumen nuestro amado México. El día que quieran conocer monterrey mexico, los esperamos.

  4. Carola! Que increible!!!! Casi casi me pongo a llorar….tanta tanta belleza, como me gustaria arrancar con mi patota para alla!
    Gracias por compartir tu experiencias, es alimento para el alma saber que todabia existen esos rinconcitos casi intocados en el mundo.
    Besos y. .. upa chalupa!
    Liron

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s