Nombre del trekking: Harding Icefield Trail
Ubicación: Exit Glacier, Kenai Fjords National Park – Alaska
Distancia: 13,2 kms. ida y vuelta
Elevación: 1000 mts aprox.
Duración: entre 6 a 8 horas

Veníamos escuchando de este trekking desde que cruzamos a Alaska y habíamos visto algunas fotos muy bonitas, pero NADA se compara con estar ahí…

La noche anterior acampamos con nuestros amigos argentinos, estaba nublado, chispeando y con muchísimo viento. Acordamos en levantarnos tranquilamente al día siguiente y acercarnos al parque para ver las alternativas de caminata en el “Glaciar Exit”.

Ya el camino hacia el parque era espectacular, teníamos el glaciar frente a nosotros! Era un día sábado y para nuestra suerte el cielo estaba despejado (después de haber vivido una semana de lluvia sin parar!).

Nos preparamos para la caminata y nos juntamos todos en la entrada. Con Vic nos autodenominamos “los Power Ranger” ya que en comparación con nuestros amigos y la gran mayoría de los visitantes, parecíamos disfrazados!! Bototos de trekking, poleras técnicas, bastones, mochilas con camel bag, buff en la cabeza, lentes de sol de montaña, etc…

El camino está super bien delimitado y con señalética y esta vez, como íbamos en grupo y había muchísima gente, no nos preocupamos tanto de los osos como en Kluane.

Nos tomó 1 hora y media de subida para llegar al primer gran mirador, que nos dejó a todos con la boca abierta!!! De hecho, varias dijimos “me doy por pagada, con esto me basta…”

Hasta que después de un rato, le preguntamos a una pareja de italianos que venía bajando: “qué hay más arriba?” Y con su respuesta quedamos todos motivados a seguir, “Vamos equipo!”.

Seguimos subiendo y esta segunda parte se puso más y más empinada y con un poco más de viento. La vegetación cambia drásticamente, pasamos de unos cerros verdes hasta unos cerros pelados erosionados por el viento. Encontramos a Joaquín, uno del grupo al que bautizamos “hiperqui”, (se imaginarán por qué!) que ya había llegado arriba y venía de vuelta.

Continuamos el último trayecto, cada vez con más viento y con más ganas de llegar, mal que mal ya llevábamos un poco más de 3 horas caminando cerro arriba!

Cuando llegamos al final del camino y vemos esta maravilla, no lo podíamos creer! Realmente valía la pena terminar la caminata!

La bajada la hicimos tranquilamente en 2 horas y media, disfrutando las vistas, tomando más fotos y por supuesto, cuidando de nuestras treintañeras rodillas.

Llegando a la camper nos tomamos la merecida chelita “del triunfo” y partimos todos en patota a nuestro Camping para descansar de esta caminata que, si bien nos dejó a todos con la boca abierta, también dejó a más de alguno con dolores musculares y ampollas!